Frente a la decisión de las petroleras YPF
y Petronas de avanzar con el proyecto de la planta de Gas Natural Licuado (GNL)
en Río Negro y no en Buenos Aires, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, dijo a Infobae que era difícil defender la instalación en la localidad
bonaerense de Bahía Blanca. Mientras tanto, el mandatario de la provincia, Axel Kicillof, insiste en que fue una elección con tintes
ideológicos.
“Las razones son
técnicas y el menor costo operativo que implica hacer la planta ahí por los
kilómetros de caño, infraestructura, y por las condiciones del puerto. Eso se
puso en discusión en el directorio de YPF y la verdad es que era difícil
defender la instalación en Buenos Aires. Pero no hubo consideraciones ni
siquiera fiscales; fueron más de costo de implementación e instalación que otra
cosa”, remarcó Torres.
En la misma línea, el comunicado de YPF y la malaya Petronas indica que Río Negro “muestra
mejores aspectos económicos aún si se igualaran las condiciones fiscales”.
Pero la decisión
de realizar el proyecto en Sierra Grande o Bahía Blanca se tomó en medio de
disputas entre el presidente Javier
Milei y Kicillof. Este
último se negó a adherir al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones
(RIGI) nacional de la Ley Bases, aún con presiones de la oposición bonaerense,
y pretendía impulsar un esquema propio. En cambio, Río Negro fue la primera
jurisdicción en aprobar la normativa en su legislatura.
Desde Buenos Aires creen que la decisión es
política. “Milei quiere convencernos de que la planta de GNL de YPF y Petronas
no se va a hacer en Buenos Aires por ‘el capricho ideológico de Kicillof, que
no quiso adherir al RIGI´. ¡Mentira! El capricho ideológico es de Milei que lo
único que busca es castigar a la Provincia de Buenos Aires. Pero no es contra
mí ni es contra el Gobierno provincial. ¡Es contra todos los bonaerenses!”,
dijo el gobernador bonaerense en su cuenta de X.
Asimismo, en una
conferencia de prensa, Kicillof sostuvo: “Por más de que YPF es un empresa de
orden privado, los directivos son funcionarios de Milei y lo que observamos es
que tomaron decisiones dictadas por el Presidente”.
“Es un hecho de enorme gravedad e
irresponsabilidad del Presidente. Como resultado de un capricho guiado por
cuestiones ideológicas está poniendo en riesgo un proyecto importante en el que
trabajamos desde hace 10 años”, agregó.
Sucede que Milei
ya había tomado partido por la ubicación de la obra de infraestructura más
importante de la historia argentina y que demandará una inversión de entre USD
30.000 y USD 50.000 millones. “En Buenos Aires tenés al lastre de Kicillof, que
es un expropiador serial. ¿Le van a confiar a un comunista? Si hubiera querido
hacer las cosas bien, se hubiera adherido al RIGI nacional”, dijo el Presidente
en una entrevista con Alejandro Fantino.
Torres consideró que una de las ventajas de
construir la planta en Sierra Grande es que el puerto de Punta Colorada, el
cual se va a modernizar, quedaría como exclusivo. Así, tanto la provincia como
el sector privado participarán de la concesión, lo que evitaría paralizaciones
por problemas gremiales.
El gobernador chubutense ya había apoyado
públicamente a la provincia dirigida por Alberto
Weretilneck: “La liga de gobernadores patagónicos está más unida que nunca.
Todos estamos de acuerdo con la instalación de la planta de GNL en Río Negro.
No hay ninguna diferencia entre nosotros más allá de los distintos
posicionamientos políticos que podamos tener”.
Esto se debe a los beneficios económicos que
traerá esta inversión como efecto derrame sobre el resto de la región. Torres
aseguró que, en primer lugar, “fomenta las vías navegables de cabotaje, hace
más competitivos los puertos”. El más cercano, por caso, es el de Puerto
Madryn. A su vez, “la construcción de la planta requerirá desde hormigón hasta
trabajadores tanto de la zona sur de Río Negro como del norte de Chubut”,
explicó.
“Pero básicamente lo que vemos nosotros es que más
allá de lo extractivo, que la Patagonia representa más de la mitad de las
divisas por exportaciones, se le puede agregar valor. Ahí tenemos dos focos,
uno es el GNL y otro, que es más de Chubut y Santa Cruz, es el hidrógeno verde.
Estos puertos de aguas profundas, que tienen una operatoria más sofisticada,
podrían usarse también, a mediano plazo, para sacar el hidrógeno verde”,
resaltó.
“Tenemos un problema de transporte de energía.
Tenemos los mejores rindes de viento para energía eólica renovable, que es
energía barata, pero no tenemos líneas de transporte, líneas de alta tensión,
porque Cammesa no invierte, está saturado. Entonces todo ese potencial eólico
podría ir a la generación de hidrógeno verde, que es el combustible que se
viene ahora, el combustible del futuro. La misma infraestructura que se
necesita para el GNL se podría usar para el hidrógeno verde”, sostuvo el
mandatario provincial.
Fuente: INFOBAE