El viernes pasado, Ricardo Benítez, padre
de uno de los estudiantes del Colegio de Biología Marina, participó en una
recorrida organizada por el Gobierno Provincial para observar los avances en
las obras de refacción. La visita fue parte de una promesa hecha en febrero de
este año, donde se acordó que los padres serían invitados mensualmente a
inspeccionar el progreso de los trabajos.
Benítez comentó que, si bien las obras
avanzan, el proceso ha revelado nuevas necesidades no previstas inicialmente.
"Nos encontramos con algunas sorpresas. Por un lado, estamos ansiosos
porque queremos que los chicos regresen al colegio lo antes posible, pero
también entendemos que han surgido trabajos que no estaban en el radar",
explicó.
Durante la visita, se pudieron ver trabajos
en la refuncionalización del ala delantera del colegio, donde se levantaron los
pisos para instalar una solución que evite los problemas de humedad. Además, se
están construyendo nuevos pilotes para los laboratorios, una parte clave de la
primera etapa de la obra. Según indicó Benítez, el objetivo es finalizar esta
primera fase para febrero o marzo de 2025, de modo que el ciclo lectivo pueda
comenzar en las nuevas instalaciones.
Benítez también destacó que la segunda
etapa, que incluye la construcción de nuevos laboratorios, aún no ha sido
licitada por el Ministerio de Educación. "El colegio necesita seis
laboratorios en total, y aunque fue una promesa, todavía estamos esperando que
se licite esta segunda etapa", señaló.
Respecto a la situación de los estudiantes,
Benítez comentó que los chicos han asumido la realidad de estudiar en otro
colegio temporalmente, pero que los más jóvenes no conocen las instalaciones
originales. "Los alumnos que ingresaron en 2023 y 2024 no han tenido la
oportunidad de estar en el colegio como los más grandes, lo que afecta la
experiencia educativa", explicó. Además, mencionó que las materias
técnicas solo pueden impartirse en un 30 o 40% debido a la falta de
laboratorios y espacios adecuados para las prácticas.