Para Pulso de Radio por
la 103.3, La Constructora FM, de Comodoro Rivadavia estamos en comunicación
telefónica con Adriana Serquis, doctora en física, expresidenta de la CoNEA, no
hay nadie con más experiencia dentro del rubro de la ciencia y la tecnología, que
nos pueda comentar cuál es el impacto de lo que se ha anunciado para la ciencia
y tecnología en el presupuesto 2025, que ya se viene sufriendo en el año que
estamos en curso.
Adriana Serquis: En realidad digamos que es un poco más de lo
mismo, pero también, digamos, ahora avalado, si quieres, por el propio Congreso
si se quiere aprobar la Ley de Presupuesto así como se propuso, ¿no?
Porque, bueno, sabemos que no se está cumpliendo
en varias de las fechas que se habían aprobado por una mitad en los años
anteriores, eso quiere decir que había un consenso de todos, digamos, los
sectores y, sin embargo, eso no se está cumpliendo, particularmente lo que es
llamado la ley de financiamiento de la ciencia y la tecnología.
Cualquier país que, digamos, tienen un mayor
grado de progreso, incluso los países estos que son, de alguna manera,
admirados por nuestras actuales autoridades, digamos, tienen una fuerte
inversión en ciencia y tecnología, porque, bueno, esto garantiza un desarrollo,
una no dependencia frente a un montón de situaciones, ya sea desde el punto de
vista energético, como desde el punto de vista de salud, o de un montón de
otros desarrollos necesarios para cumplir las verdaderas necesidades de la
población.
Sin embargo, digamos, esa ley que garantizaba un
incremento de acá al año 2032, de llegar a ese 1% del PBI desde el punto de
vista del mercado, y que eso se dan, es cierto de que había mucho trabajo para
hacer para llegar al sentido de ahora que también hubiera una inversión
privada, no hay que dejar de tener en cuenta esto, pero bueno, lo que está
produciendo la actualidad es, lamentablemente, lo más grave y lo más triste que
se puede perder, que es la gente.
Un montón de gente joven está apostando a irse
hacia otros lugares, hacia otros países, o está dejando la actividad, o está
haciendo, digamos, otro tipo de, digamos, de charme, dejando, digamos, toda la
inversión que hizo el país en formar a personas con doctorado en un montón de
disciplinas, o incluso en las carreras de grado.
Los candidatos que asistían ya para las becas
doctorales han disminuido, se ve, digamos, en un montón de lados, un montón de
gente realmente estresada y preocupada por ver cómo se sostiene esa masa
crítica, esas fundamentos que nos permitieron durante, por ejemplo, el COVID
hacer un desarrollo en tiempo récord de diferentes, por ejemplo, el tema de los
kits de detección, o el tema de la vacuna, un montón, que eso se necesita, eso
no es lo que se desarrolla en el momento, sino que uno tiene esa capacidad
porque está funcionando a lo largo de los años.
Perder esa capacidad, ese “Cientificidio” que se
está denunciando desde varios lados, como, por ejemplo, la Mesa Federal de
Ciencia y Tecnología, es parte de las cosas que nos preocupan, nos preocupa
muchísimo en el sector. En los organismos de ciencia y tecnología hay un
informe, particularmente, donde se puede ver cómo ya este año han bajado
muchísimo su presupuesto, ya hay varios proyectos que se están deteniendo,
algunos más visiblemente, otros más invisiblemente, porque por ahi no son tan
gigantescos, pero la suma de todo eso da lugar a esta degradación en un sector
que, además, ataca a todas las áreas”.
Hay términos en los cuales uno quiere entender
cuál era la posición de Argentina previo a este gobierno, como, por ejemplo, el
mercado científico-tecnológico. Argentina tenía un lugar bastante importante,
¿verdad?, antes de todo esto.
Adriana Serquis:
Sí, en realidad, digamos, somos un país que está en crecimiento,
evidentemente siempre hay cosas para mejorar, pero pensábamos que ciertas cosas
se habían convertido en política de Estado, ¿no? O sea, una política de Estado
uno supone que va, digamos, superando las distancias de cambios de gobierno
porque toda la sociedad o todo, digamos, el espectro político habla apoyado de
determinadas cosas como esto que yo te comentaba de lo que es la ley de
financiamiento. Existe algo llamado dentro del presupuesto la función ciencia y
técnica, que la función de ciencia y técnica refleja cuánto se invierte o
dentro de todo el presupuesto cuánto es lo que se dedica a todos los
organismos, en los llamados de Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, que
obviamente los más grandes son el Conicet, el INTA y la CNEA, o el INTI pero
luego hay un montón de otros organismos más pequeños, como son la CONAE, el
Servicio Meteorológico Nacional, que es un orgullo que fuera la directora del
Servicio Meteorológico Nacional, ahora la presidenta de la Unión Internacional
de Meteorología. Después tenemos el INDES, digamos, el SEGEMAR, el INER, el
Instituto Nacional del Agua, el Instituto de Técnica Militar. Hay un montón de
organismos menores, pero en todos ellos se ve que en el 2023 obviamente,
digamos, al haber rodado el presupuesto de 2023 o 2024, y aún con los esfuerzos
que se persiguieron para una manera de sobrevivir en el sistema, ya hasta el
presupuesto de 2025 no se va a cumplir el aumento en esta función.
Y si uno mira el porcentaje del PBI, la verdad es
que es mínimo, mínimo. La función Ciencia y Tecnología tendría que tener en el
2024, tendría que haber tenido el 0,34%, no llega ni al 0,21 ahora, es decir,
que bajó a la mitad, y el pronóstico para el 2025 es del 0,20%, o sea que baja
encima puntos porcentuales del PBI. La caída es enorme”.
Ahora te llevo al otro
ámbito que tiene que ver con la privatización de algunas empresas, de estas que
nombraste, particularmente se habla del Proyecto CAREM, ¿qué importancia tiene
este proyecto y qué significa privatizarlo o perderlo en manos del Estado?
Adriana Serquis: “La verdad
es que este proyecto es un proyecto que fue pionero y estratégico para nuestro
país, es uno de los proyectos más avanzados del mundo en lo que se llama
reactores modulares pequeños.
Cuando uno piensa en la necesidad de la
transición energética debido al cambio climático, que además es negado por este
Gobierno, tiene que pensar que en su matriz energética tiene que haber más
producción de lo llamada energía limpia, que eso implica no solo energías
renovables, sino todo lo que son energías que no emiten gases de efecto
invernadero, por eso la energía nuclear y el reabastecimiento, si quieres, de
un montón de programas a nivel mundial de proyectos relacionados con la energía
nuclear.
Dentro de estos proyectos de energía nuclear, los
reactores modulares pequeños se ven como una alternativa a las grandes
centrales, por las ventajas que implican poder empezar a construir centrales de
manera modular, de manera que no impliquen un gasto financiero gigantesco al
comienzo, como ocurre con las grandes centrales, de manera de garantizar una
mejor vista desde la aceptación social por el riesgo que implica dentro del
inconsciente colectivo. Yo siempre digo que las centrales nucleares tienen un
grado de seguridad gigantesco comparado con un montón de otros sistemas de
producción de energía eléctrica, pero bueno, es cierto que existe un temor
hacia este sector, los reactores modulares pequeños también garantizan nuevos
tipos de sistemas de seguridad, llamados sistemas de seguridad pasivos, además
de otras ventajas que tienen que ver con el desarrollo de toda la cadena de
valor productiva relacionada con este reactor.
Entonces en la Argentina estábamos desarrollando
justamente toda esa cadena de valor, eso que permitía el desarrollo de muchas
pymes, particularmente las pymes relacionadas con el sector metalmecánico, que
podía dar el trabajo de calidad, y por eso era tan importante, y por eso sigue
siendo importante, porque somos además, no dicho nosotros, sino por la Agencia
Internacional de Energía Atómica, uno de los proyectos más avanzados del mundo,
este es uno de los dos primeros, está dentro de los primeros cuatro, vamos en
cuanto a su posibilidad de ser terminado antes que los demás, y a demostrar que
estas capacidades son posibles.
Los procesos nucleares son muy largos si entre un gobierno y otro, uno retrocede, detiene parte de las obras, lo que termina siendo que los procesos son más costosos, se pierden las ventajas comparativas que comentaba antes sobre ser uno de los primeros, y que nos poníamos yo, no solo de tener energía eléctrica adaptada a la energía nuclear, que es energía limpia para nuestro país, adaptada a diferentes opciones, sino también la posibilidad de tener un producto de exportación realmente de muy alta calidad, en el cual se proyectaba, no sé, presión de alrededor de cuatro mil millones de dólares por cada uno o dos, digamos, módulos, cuatro módulos tipo cargo, digamos, comerciales.
¿Qué implica esto? Bueno, si pasa, digamos, que el Estado pierda el control sobre este tipo de proyectos, es que toda la inversión se la va a llevar una empresa, ¿no? O sea, los resultados de esa inversión, por un lado, desde el punto de vista económico, pero también desde el punto de vista estratégico, de poder seguir siendo los poseedores de la tecnología, de ser quien maneja y se invita a la política relacionada con el sector nuclear, es importante que un país no pierda ese control. Así que, bueno, creo que la Argentina ha tenido una fuerte tradición en el sector este, y, bueno, ojalá que ese rumbo realmente no cambie, no cambie tan drásticamente como vemos que puede ocurrir”.
Adriana, se había logrado
también un acercamiento entre el conocimiento popular, digamos, o masivo, de
los avances que el país tenía en ciencia y tecnología, ahora se transforma como
en algo alejado, lo cual no parece que le perteneciera al país, a través de
estas privatizaciones. Eso también, ¿no?, tiene mucho que ver en la importancia
del avance que el país había tenido en ciencia y tecnología.
Adriana Serquis: Si,
obviamente, un año, por suerte, no se destruye todo, pero siempre es más fácil
destruir que volver a construir, y, como te decía antes, sobre el tema de la
pérdida del personal capacitado y de la gente que son los que tienen que llevar
a cabo los proyectos, es lo más difícil de reconstruir.
Claro, es lo más difícil
de recuperar a una persona que formase por 10, 15 años y se fue, de estar 10,
15 años más para volver a tener, digamos, eso. Y, bueno, el poder, digamos,
conservar eso para nosotros es fundamental, y, bueno, sin financiamiento, sin,
digamos, obviamente, qué posibilidad realmente va a traer a que estos jóvenes y
las jóvenes iban a apostar, digamos, a poder seguirse sumando a estos
requisitos que, digamos, si bien son atractivos, si bien todavía mucha gente,
por la camiseta y por la defensa, digamos, y por el orgullo que sienten de
trabajar en estas áreas, todavía están, pero, bueno, la verdad es que lo que
empezamos a ver es una inmigración enorme, y eso es realmente preocupante”.