En una
conferencia de prensa, Cristina Vargas, coordinadora del Programa de
Inmunización, manifestó su inquietud ante la baja cobertura de vacunación en la
población escolar de la ciudad. Según los últimos
datos, solo el 25% de los niños en edad escolar han recibido las vacunas
correspondientes, cuando a esta altura del año el porcentaje debería rondar el
60%.
Vargas indicó que
la vacunación escolar es crucial para evitar brotes de enfermedades como el
sarampión, la varicela, la rubéola y la meningitis, que afectan principalmente
a niños y adolescentes. “La vacuna es un bien
común, un bien para la sociedad. Si no logramos vacunar a los niños, estamos
dejando a una gran parte de la población vulnerable ante posibles brotes”,
afirmó la coordinadora.
Cambios en el
calendario de vacunación
Este año, la Organización Panamericana de
la Salud (OPS) implementó cambios en el calendario de vacunación, que ahora se
rige por cohortes, es decir, por el año de nacimiento de los niños. Los niños
nacidos en 2019, que cumplen 5 años en 2024, deben recibir las vacunas de refuerzo
escolar, incluidas la triple viral, varicela, Salk y la triple bacteriana
celular. Por su parte, los niños nacidos en 2013, que cumplen 11 años este año,
deben recibir la triple bacteriana acelular, la vacuna contra el meningococo y
la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH).
Vargas hizo hincapié en la importancia de
que los padres lleven a sus hijos a los centros de salud para completar el
esquema de vacunación. “Es fundamental que aquellos niños que no se hayan
vacunado todavía acudan al vacunatorio con su libreta sanitaria y DNI. Estamos
en un momento crítico y no podemos permitir que estos porcentajes tan bajos
persistan”, señaló.
Consecuencias de la
baja cobertura y riesgo de brotes
La coordinadora advirtió sobre las posibles
consecuencias de no alcanzar una cobertura de vacunación suficiente. “Cuando
alcanzamos un 95% de vacunación, logramos un efecto rebaño, lo que significa
que si una persona se enferma, el resto está protegido. Pero con un 25%,
estamos exponiendo a muchos niños y adolescentes a enfermedades que podrían
evitarse fácilmente”, explicó.
Vargas también mencionó la preocupación por
un posible brote de meningitis en adolescentes y niños, dado que la vacunación
contra el meningococo a los 11 años está por debajo de los niveles
recomendados. Asimismo, alertó sobre un caso reciente de rubéola en un niño de
5 años, lo que demuestra la vulnerabilidad de la población no vacunada.
Vacunación en
embarazadas y otros grupos vulnerables
Además de la vacunación escolar, Vargas
destacó la importancia de la inmunización en embarazadas, especialmente contra
el virus sincicial respiratorio, que causa bronquiolitis en recién nacidos. Sin
embargo, el nivel de vacunación en este grupo también es preocupantemente bajo.
“De todas las madres que debieron vacunarse este año, solo una o dos lo
hicieron. Los niños que fueron hospitalizados por bronquiolitis eran, en su
mayoría, hijos de madres no vacunadas”, indicó.
Para finalizar, Cristina Vargas instó a la
población a confiar en las vacunas y recordó que los efectos adversos son
mínimos, mientras que los beneficios son enormes. "Una vacuna salva vidas,
y es nuestra responsabilidad como sociedad proteger a los más
vulnerables", concluyó.