En las
inmediaciones del Congreso Nacional,
esquivando los vallados de la Policía Federal, Juan Carlos, un jubilado y universitario, se unió a la
multitud que marchaba en rechazo al ajuste económico que afecta a grandes
sectores de la sociedad. En diálogo con los
medios, Juan Carlos compartió su experiencia como testigo de varias crisis a lo
largo de las últimas décadas, desde el Rodrigazo en los años 70 hasta la
actual situación de deterioro económico.
“Esta es la sexta crisis que me toca enfrentar,
pero lo que noto ahora es un adormecimiento de la sociedad, algo que no es
casual. El individualismo ha sido fomentado por años, desde la época en que se
promovía lo personal por encima del pensamiento colectivo”, reflexionó.
Juan Carlos explicó cómo el ajuste ha
afectado directamente su vida como jubilado. Recordó que, bajo el gobierno
de Mauricio Macri, se cambió la fórmula de actualización de las jubilaciones, lo que
dejó a muchos jubilados en desventaja frente a la inflación. "Quedamos
cerca de un 10% desfasados del aumento inflacionario", lamentó, mientras
señalaba que los precios de productos esenciales, como los medicamentos,
superan ampliamente los índices oficiales de inflación.
Además, Juan Carlos describió cómo las
políticas económicas de las últimas décadas han afectado también al sistema
educativo y de salud. Citó el Informe
Kissinger de 1974 como parte de una estrategia
internacional para apropiarse de los recursos de los países del tercer mundo,
debilitando a la sociedad a través de la degradación de sus sistemas públicos.
"El déficit crónico de los hospitales y la disminución de la calidad
educativa son parte de ese plan", aseguró.
A pesar de todo, Juan Carlos mantiene la
esperanza en las movilizaciones. Portando un cartel que decía “Hoy no es una marcha más, hoy somos David
frenando a Goliath”, expresó su deseo de que la
sociedad pueda resistir los embates de la crisis actual. "Va a ser muy
difícil, pero no podemos dejar de luchar", concluyó.