Además, Carolina es investigadora en la
comisión, tiene un doctorado en materiales y antes de eso estudio la
licenciatura en química en exactas, “así que soy producto de la Universidad
Pública en todo el recorrido”.
¿Qué se busca visibilizar en la Feria?
“Lo que venimos a decir hoy, es que la
situación del sistema científico-tecnológico en general es muy complicada, hay
ajuste presupuestario por todos lados, en particular, nosotros además de sufrir
el ajuste presupuestario estamos con una situación salarial muy mala, tenemos
casi todo el escalafón por debajo de la línea de pobreza, lo que termina entre
el ajuste presupuestario que tenemos, que eso significa que no hay plata para
trabajar, más que los salarios son bajos, más que los grandes proyectos se
fueron desacelerando, lo que termina pasando es que se van perdiendo
trabajadores”.
Estadísticamente hablando son 20
profesionales por mes, 20 trabajadores en general. “Nos preocupan los
profesionales, también los técnicos y los administrativos, porque la verdad
que, para poder llevar adelante el funcionamiento de la institución requiere de
todos los puestos, y además todos los puestos requieren formación, no es que
uno ingresa y de una ya sabe lo que tiene que hacer, hay cosas muy específicas,
tanto en lo administrativo como en lo técnico, capaz que en lo profesional se
ve más fácil, pero uno de los puestos que se pierde mucho son los técnicos en
general, porque se van por los salarios que cobran, por ahí un técnico que
recién ingresa hoy está cobrando 500.000 pesos por mes, y le ofrecen trabajo en
Toyota por tres veces más, son cosas que nos han pasado”.
¿Qué significaría en la ciencia frenar un
proyecto?
“En particular, nosotros estamos viendo
ahora con gran preocupación el freno que hay, que es la obra de Carem, está
bajo una revisión de ingeniería, pero el proyecto en sí está bastante frenado,
más no tiene plata y más gran parte de los trabajadores se está yendo en
particular de ese proyecto, porque la perspectiva que ven es preocupante. Eso
redundaría en que hoy nosotros estamos desarrollando lo que se llama un SMR, que
es un reactor pequeño modular, un Small Modular Reactor, poder desarrollar ese
prototipo nos llevaría a posicionarnos internacionalmente en un lugar
privilegiado, porque hoy en día son pocos los países que están desarrollando
ese tipo de reactores, con lo cual sería desarrollar soberanía, o sea, si
nosotros queremos construir reactores en forma estatal, además yo creo que
tiene que ser 100% estatal la construcción, porque es algo que tiene que generar
beneficio para el pueblo, entonces si nosotros perdemos ese desarrollo o
retrocedemos, retrocedemos años en lo que es tecnología y retrocedemos en lo
que es soberanía, y pasamos a quedar a merced de lo que decidan potencias
extranjeras, con lo cual pasamos a tener más dependencia. Esos reactores
producen en su gran mayoría energía nuclear, y en Argentina hemos avanzado
mucho en esas aplicaciones medicinales”.
Calorina nos cuenta que hay dos tipos de
reactores, “en realidad a grandes rasgos, uno son los que producen energía, como
ATUCHA, como el CAREM, incluso dentro de los que producen energía hay distintos
tipos, y después hay otro tipo de reactores que son los de investigación y
producción de radioisótopos, que son los que se usan para medicina nuclear. En
ese ámbito tenemos experiencia en construir los reactores por completo, y de
hecho se exportaron reactores, porque se exportó a Australia, y ahora hay un
proyecto para exportar a Holanda. A Perú también se exportó un reactor, los
combustibles se fabrican acá y se exporta a la tecnología”.
Entonces, ese tipo de reactores se usa para
la producción de radioisótopos, y ahí hay toda una cadena en donde, en Conea se
irradian lo que se llaman los ‘blancos de irradiación’, que, a partir de ahí,
hay plantas de producción de radioisótopos, que son los que separan los radioisótopos
para su uso en medicina nuclear.
“Tenemos una cierta preocupación ahí,
estamos con un ojo puesto en que no quieran privatizar esa parte, porque sería
la parte que ven como que dan plata dentro de lo que son los trabajos de la
Comisión”.
El 2025
“Sabemos que hay proyectos que para el año
que viene los cuales van a estar con poca plata para funcionar. Estamos con
preocupación con lo que es la planta industrial de agua pesada en Neuquén, que
es la planta más grande del mundo en lo que se hace, se produce agua pesada
para alimentar los reactores”.
“Tendríamos capacidad de exportar agua
pesada, de hecho, hay países interesados en que eso suceda, pero la realidad es
que con el presupuesto que tienen hoy pueden funcionar hasta abril”.
Carolina comenta la preocupación al
respecto, sumado a todo lo que son los proyectos de la Comisión de Energía
Atómica, sumado a Dioxitec con la producción del polvo de uranio para hacer
funcionar las centrales y, la otra preocupación también dentro de lo que es los
planes del gobierno es qué va a pasar con NASA y la privatización de las
centrales. “Porque hoy NASA, que es la empresa estatal, es una de las que está
sujeta a posibilidad de privatización. Entonces estamos viendo con mucha
preocupación qué es lo que va a pasar ahí”.