José González se presentaba en 2020 como un padre desesperado por la salud
de su hijo, “Nacho”. El adolescente de 15 años, quien había sido diagnosticado
con leucemia años atrás, necesitaba un tratamiento urgente. Su organismo no
podía seguir resistiendo la quimioterapia y la última esperanza residía en
Estados Unidos, en donde existía un tratamiento de vanguardia que podía
salvarle la vida.
Ese mismo padre se encuentra imputado hoy
por estafa y administración fraudulenta en concurso real, en un juicio que
finalizará mañana y preside el juez Leonardo Feans.
La acusación que le pesa no es menor: se le
imputa haber comprado una casa y un auto con el dinero que reunió en la
millonaria colecta solidaria para su hijo con leucemia linfoblástica aguda.
La transferencia del dinero habría sido incluso antes de la muerte de Ignacio,
el 10 de junio de 2020.
La expareja del acusado y madre del
adolescente fallecido fue quien presentó la denuncia, 21 días después del
fallecimiento de Ignacio. Con José tuvo una relación de más de 10 años, que
derivó en cuatro hijos y terminó en 2014 por “hechos de violencia familiar”. De
acuerdo con su relato, la familia necesitaba recaudar alrededor de 20 mil
dólares, dinero que sería utilizado para hacer el tratamiento en el Nicklaus
Children’s Hospital de Miami.