“Todo este año, han salido con un montón de
normativas y disposiciones que arrancan todos en el DNU 70 de la regulación de
muchos sectores”. En el caso del sector farmacéutico, ha
habido muchos medicamentos que han pasado de ser de venta bajo receta a ser
venta libre “eso ha hecho que esos productos, de alguna manera dejen de tener
cobertura. Por lo cual, el precio para el paciente, pasa a ser pleno, antes
tenían descuentos”.
Por otro lado, agrega como
ahora se permite que algunos de los productos de venta libre, como sea el caso
de analgésicos y antiácidos, se puedan vender en diferentes comercios, lo cual
ya le quita esa exclusividad en farmacias, por lo cual “empezamos a perder
controles, controles de origen, de eficacia, de seguridad, para estar puestos
en alguna góndola de algún supermercado o algún kiosco sin ningún tipo de
consejo farmacéutico a la hora de un paciente querer tomarlos”.
“De alguna manera estamos viendo lo que quería
el gobierno, que es la competencia y baja de precios, pero esto no ocurre
porque pasan a ser más caros. Así que, de alguna manera estamos viendo muchas
de las cuestiones alteradas de lo que veníamos teniendo, y eso sí, realmente ya
lo hemos vivido, este nivel de desregulación en la década del 90”.
Productos
falsificados, adulterados, en mal estado, y sin ningún tipo de controles.
Ricardo nos cuenta que la ANMAT, que es el
organismo que regula todo lo referente a medicaciones, al momento de encontrar
alguna deficiencia en algún tipo de medicamento, y si esos medicamentos están
dentro del sector, en menos de 48 horas se encargan de retirarlo, de que no
haya ninguna posibilidad que ningún paciente se haga de ese producto, “en el
caso de esos productos que están por fuera de la farmacia, quiero saber cómo se
va a hacer eso, y cómo se van a enterar todos los kiosqueros, estaciones de
servicio, supermercados, de que hay un producto en mal estado, y cómo será el
camino de retiro, ¿no?”.
“La red de farmacias en Argentina está
distribuida sanitariamente a lo largo y ancho de todo el país, hay localidades
muy chicas que tienen su farmacia, tal vez es el único profesional que hay de
la salud. Cuando se tiende a mercantilizar un producto que tiene que ser un
bien social, y a transformar una farmacia, que nosotros la teníamos pensada en
Argentina, como una extensión de salud, en un mero comercio, claramente que se
tiende a romper toda esta red sanitaria”.
La
importancia de la producción argentina y el riesgo por el que pasan hoy.
“La producción argentina de medicamentos es
muy importante, exportan medicamentos, tenemos medicamentos de muy alto nivel
en Argentina, nosotros atravesamos por una pandemia en la cual no hubo casi
nada de fármaco, no hubo casi nada de medicamento, todos los laboratorios
estuvieron produciendo porque no había necesidad de traerla afuera, se hacía
todo en Argentina”.
“Todo eso hoy está en riesgo, porque también
una de las cosas que están permitiendo es la venta online de medicamentos, un
gravísimo problema a nivel mundial, porque ahí sí, detrás de las páginas se
ocultan todos los falsificadores, las falsas farmacias, lo inescrupuloso que
quieren hacer obviamente negocio con la salud. Cuando uno entra a la página de
la FDA (estadounidense), que se encuentra entre los primeros en el buscador, al
paciente le da un montón de herramientas en la compra online, tiene que tener cuidado,
imagínense en un país con los controles que tiene como Estados Unidos, tienen
este problema, imagínense en un país como Argentina. Hoy tenemos un tweet del
ministro de regulación, donde está festejando todo esto y publicita precios, publicita
imágenes de medicamentos, como si fuera que uno va a comprar un medicamento
porque lo ve y le entusiasma comprarlo, y encima más caro es lo que se vende en
la farmacia”.
“Estamos en un problema, porque parece que hay
como un desconocimiento del sector, y se está avanzando de una manera que va a
tener realmente consecuencias, tal vez no hoy, no mañana, pero sí a lo largo
del tiempo”.
Mercado
negro de fármacos.
“Otro de los peligros que estamos viendo es que nosotros en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hicimos relevamiento en 15 comercios, donde en principio, en el momento que lo hicimos, ninguno tenía habilitación para hacerlo, y vendían no solo ya los analgésicos y los antibióticos, sino que encontramos medicamentos de venta bajo receta y hemos encontrado hasta antibióticos”.
“El problema que tenemos acá, es que no hay
fiscalización, porque el Ministerio de Salud no fiscaliza sobre
establecimientos que no habilita, y ellos no habilitan un kiosco, ni habilitan
supermercados, por lo tanto, no hay nadie que vaya a fiscalizar. Entonces la
verdad que estamos en, digamos, en un problema de que va a haber medicamentos
en lugares que nadie va a fiscalizar”.
“Autocuidado responsable”.
“Todo lo que tenemos que pedir a la
población, es que se ayude. El mundo se está yendo hacia el autocuidado, las
personas tienen que aprender a hacer su propio autocuidado responsable, y creo
que parte de ese autocuidado es que entienda que los medicamentos los tiene que
seguir retirando de lugares donde haya controles, va a ser más barato a la vez,
te van a tener consejos farmacéuticos, y muchas veces el farmacéutico le dice, ‘no
lleves nada porque no lo necesitas’, la góndola eso no lo va a hacer, y el
comerciante tampoco, por lo tanto, creemos firmemente en que el mensaje para la
población tiene que ser ‘el seguir cuidándose’, o eligiendo comprar seguro,
porque ahí va a tener todas las garantías, y ante cualquier inconveniente va a
tener un responsable aquí en reclamar”.
Objetivos
para el 2025 en las Cámaras Farmacéuticas.