El presidente Javier Milei insistió
hoy en que pretende cerrar un acuerdo con Mauricio Macri, titular de Pro,
para confluir en las próximas legislativas. Después de las tensiones que
provocó la decisión de Jorge Macri de separar los comicios locales de los
nacionales y la acusación oficial a la gestión de Pro en la ex-AFIP, el jefe
del Estado remarcó que está dispuesto a “conversar” con el
exmandatario para llegar a un entendimiento con vistas a la contienda
electoral.
En una
entrevista que concedió a la radio El Observador, de Luis Majul, el líder
de La Libertad Avanza (LLA) subrayó que tiene “vocación activa” de “ir a un acuerdo
total en todo el país” con sus aliados naturales. “Quiero que vayamos juntos y
arrasemos al kirchnerismo en las próximas elecciones”, apuntó.
A finales
de diciembre, Milei le había mandado un ultimátum a Macri cuando expresó que
una alianza electoral en 2025 solo será viable si ocurre en todos los
distritos. “O vamos juntos en todo o vamos separados. Trampas al
electorado, no”, afirmó el mandatario en un reportaje con la revista Forbes.
Veinticuatro horas después, el referente de Pro recogió el guante y le
respondió: dijo que acepta la alianza con Milei, pero le puso condiciones y
exigió “cuidar la República”. Días antes, se había quejado por “el destrato”
del Gobierno.
Hoy, el
Presidente insistió en que no quiere que haya “mentiras al electorado”. “¿Quiénes
somos los que estamos en la libertad? ¿Estos? Bueno, vamos todos juntos”, señaló
Milei, quien minimizó las diferencias con Pro que quedaron en evidencia durante
los últimos meses en materia institucional o de gestión. “Yo también tengo
matices con Milton Friedman, pero no se me ocurriría discutir que es un
liberal”, remató.
Además,
Milei negó que procure absorber uno por uno a representantes de Pro con
capacidad electoral para quitarle influencia a Macri. Reiteró que fue
“generoso” con sus socios y mencionó que les dio puestos codiciados a
dirigentes que pasaron por las filas amarillas, como Patricia Bullrich,
Luis Caputo o Federico Sturzenegger. “Miren las segundas o terceras líneas que
tenemos y cómo funciona el Congreso”, indicó. Y elogió a los “grandes
legisladores de Juntos por el Cambio”, como Diego Santilli, Cristian
Ritondo o Silvia Lospennato.
“Yo
quiero que gane la libertad. Mi único objetivo es que la Argentina se convierta
en el país más libre del mundo. A la hora de hacer la cuenta yo creo que ellos
están de este lado, no del lado de los cucarachos”, lanzó. Apenas terminó
la frase, Milei esbozó una sonrisa ante la reacción de Majul.
Por otra
parte, Milei criticó a los gobernadores que dispusieron el desdoblamiento de
los comicios en sus distritos, como Jorge Macri (CABA), Claudio Poggi (San
Luis), Gustavo Sáenz (Salta) o Leandro Zdero (Chaco). “No están considerando
las preferencias de los electores. No pueden estar fastidiando a la gente
todo el tiempo. Dado el cambio radical que hemos hecho, uno debería tener una
posición bien clara. Eso de los tibios ya fracasó en la
Argentina”, puntualizó.
Según
Milei, es llamativo que los gobernadores dialoguistas no quieran acompañar al
oficialismo en las elecciones nacionales y apuesten a despegarse para preservar
su poder local. “Qué loco, no se quieren alinear con el mejor gobierno de
la historia. ¿No será que hay una cuestión miserable de cuidar la quintita?
¿Por qué no piensan en los argentinos y en grande en lugar de estar mirando la
chiquita?”, planteó.
Los
dichos del Presidente están en línea con el planteo que hicieron los referentes
de LLA que responden a Karina Milei en la Capital después de que Jorge Macri
confirmara su decisión de separar la elección local de la nacional. En un
comunicado, Pilar Ramírez, titular del partido libertario en la ciudad, habló
de “ventajeo electoral”.
La
tensión con Pro había escalado durante las últimas horas después de que la Casa
Rosada hiciera trascender un supuesto listado de empresarios ligados al kirchnerismo
que, según su interpretación, habrían gozado de protección durante la gestión
de Pro en la ex-AFIP. Ayer, el Gobierno pareció dar marcha atrás al descartar
el impulso de una denuncia sobre esa presunta situación. No obstante, los influencers libertarios,
como Daniel Parisini, alias Gordo Dan, o el legislador Agustín Romo e
incluso la cuenta ligada a Santiago Caputo, el principal asesor de Milei,
activaron una ofensiva en las redes sociales para sembrar dudas sobre el
accionar de la gestión macrista en la ex-AFIP. De hecho, hubo fuertes cruces
con María Eugenia Talerico, exvice de la UIF y una de las principales
detractoras de la nominación de Ariel Lijo a la Corte Suprema,
y Jimena del Torre, exsubdirectora del organismo recaudador durante el
mandato de Cambiemos.
Frente al
contrasentido, los libertarios terminaron abonando la tesis contraria: que la
supuesta lista de empresarios kirchneristas no era para protegerlos, sino para
perseguirlos. Coincidieron así con el kirchnerismo, que denunció ese “hostigamiento”
de la AFIP de Pro en los tribunales.
“En este
caso es una denuncia extremadamente grave y están involucrados los
kirchneristas y el macrismo. Hay gente del macrismo que no negó esto. Dicen que
la lista existía pero se corrieron cuando se las señaló”, dijo Milei. Y añadió:
“Esto es algo de una gravedad institucional tan grande que amerita una
investigación muy seria”. De inmediato, De la Torre, cercana a Macri, salió a
responderle.
Molesto
con la ofensiva del Gobierno, Macri compartió los mensajes de Alberto Abad,
extitular de la AFIP, y el abogado Pablo Lanusse. “La libertad retrocede
cuando se recurre a relatos de mentiras. Para operetas con tufillo a carpetazos
falsos ya padecimos y enfrentamos al kirchnerismo. No sean lo mismo”, dijo
Lanusse en el texto que difundió Macri.
Si bien
repitió que siente un “afecto enorme” por el expresidente, Milei replicó las
críticas del jefe de Pro a su administración. Por caso, dijo que Macri
consiguió un equilibrio fiscal primario, no financiero, durante su mandato. “Lo
que conseguimos nosotros no lo hizo ningún gobierno en la historia”, apuntó.
Por lo tanto, pidió que aquellos que objetan asuntos de su gestión muestren
“modestia” y una “autocrítica severa”.