Este fin de semana, Plaza de Mayo se convirtió en el escenario de una masiva movilización donde ciudadanos de diversas edades y trasfondos se unieron para expresar su descontento con las políticas del gobierno actual. La marcha reunió a familias, activistas y referentes de derechos humanos, quienes denunciaron el deterioro de las condiciones de vida en el país y la creciente discriminación.
En dialogo con Carlos Ojeda para la Constructora 103.3 estuvieron presentes manifestantes que expusieron su repudio a las medidas y dichos del presidente Javier Milei: José Luis Heller, un asistente de 70 años,
compartió su motivación para participar: "Nos molesta toda la política que
está haciendo mi ley. Desde el desprecio hacia los diferentes, hasta el hambre
en los comedores y los despidos masivos en el Estado", afirmó. Heller,
quien ha vivido momentos históricos de movilización en Argentina, observó que,
aunque la situación actual no es tan crítica como la del 2001, hay signos preocupantes
que podrían llevar a un desenlace similar.
Zulma, otra manifestante, se mostró
indignada por la situación económica que enfrenta el país. "La gente se
está cagando de hambre. Ya no se puede vivir con este hijo de puta en el
gobierno", expresó, refiriéndose a las dificultades que enfrenta para
pagar su alquiler y la creciente cantidad de personas en situación de calle.
Mónica, una abogada en silla de ruedas,
destacó la pérdida de derechos humanos en el país. "Estamos a punto de
perder todo lo que se logró después de la dictadura", advirtió,
enfatizando que los retrocesos en salud y discapacidad afectan a miles de
ciudadanos.
La movilización fue un claro llamado a la
acción, con una multitud que exigía un cambio en las políticas actuales y la
defensa de los derechos fundamentales de todos los argentinos. "Estamos
aquí para repudiar lo que está haciendo este gobierno y para luchar por un
futuro mejor", concluyeron muchos de los presentes, reafirmando su
compromiso con la justicia y la igualdad.