Resolución 187/2025.
“Ustedes lo
habrán escuchado o lo habrán leído en los medios, cuando se refieren a través
de una resolución, que es la 187-2025, hacia las personas con discapacidad
intelectual como imbéciles, idiotas, débiles mentales y después salen a pedir
disculpas, diciendo que van a modificar esas palabras. La realidad es que
nosotros necesitamos la derogación de esa resolución, porque tiene escondida un
sistema de evaluación para la persona con discapacidad, con un método que es el
baremo. Un método que mide la discapacidad en porcentaje de una persona, como
si eso fuera posible, olvidándose del contexto social”.
“Hoy están
llegando miles de cartas documento, intimando a las personas, con discapacidad,
como si fuesen delincuentes, para que presenten informes en un lapso de un mes”.
Hay que recordar que muchos turnos médicos llevan tiempo, por lo cual hay
personas que pueden perder el beneficio económico de una pensión no
contributiva por invalidez, y además perder la posibilidad de acceder a
tratamientos de parte del programa federal ‘incluir salud’.
Carina nos
comenta que aumenta la preocupación por la derogación de la ley de cupo laboral
para las personas con discapacidad, “esto es un gran retroceso, no les van a
dar pensiones y tampoco los van a dejar trabajar, ¿Qué quieren hacer con las
personas con discapacidad?”.
“El baremo es la motosierra
de la discapacidad”.
“Estamos viviendo
meses dificilísimos, vemos los cambios, así como dije, el baremo es la
motosierra de la discapacidad. También estamos viendo cómo hoy la
Superintendencia de Servicios de Salud, que debería velar por los derechos de
los afiliados, se pone del otro lado del mostrador y defiende los intereses de
las obras sociales”.
“Estamos hablando
de que la movida hoy es en Capital Federal, pero el sistema en todo el país se
está viendo afectado y a todo tipo de discapacidades” A esto se le suma, nos
comenta Carina, que las familias están teniendo barreras nuevas, “antes
teníamos como monotributistas sociales, de 580 obras sociales que tenía la
Superintendencia de Salud, hoy tenemos 35 que están dispuestas a trabajar con
los monotributistas. Eso también es un golpe al tratamiento, al acceso a la
salud y a los derechos de las personas con discapacidad”.